Estaba a las 1:30 de la mañana en la orilla de la playa, no había luz, en LAGUNA casi no hay faroles .Todo me daba miedo y las olas sonaban como un camión que estaba encima de mí.
A lo lejos creí ver una figura de un hombre que se acercaba.
“¡Qué miedo! –pensé- es rara la gente que pasea solitariamente en la playa a esta hora, mejor me voy”
Entrecerrando los ojos y enfocando mejor, caché que era un perro.
Yo era la única que estaba ahí.
Tininí, me autocalifiqué como rara.
Confesiones de un invierno tinini
domingo, 19 de julio de 2009 | Publicado por Coni Prado en 20:19 |
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1 comentarios:
TININIII MAXIMOOOOOOOOO jajajajaja
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